Ruta de las Encinas

La ruta comienza en El Cerro, pueblo del municipio de Rasines. Este municipio está incluido dentro del LIC Alto Asón. Salimos del pueblo por un pequeño sendero rodeado de una variada vegetación donde se unen especies tanto de clima mediterráneo como atlántico, se observan arces (Acer campestre), fresnos (Fraxinus excelsior), sauces (Salix atrocinerea, S. alba), encinas (Quercus ilex), saúcos (Sambucus nigra), laurel (Laurus nobilis)…

En la ascensión, la vegetación permanece en el borde del camino y a los bordes de los prados, estos últimos se componen de principalmente de especies de poáceas como Poa sp y Festuca sp.  Cuando la flora lo permite, se puede ver una bonita panorámica del Pico San Vicente, Peña de La Busta, La Alcomba, Gibaja... Se desciende un poco para posteriormente adentrarnos en el propio encinar cantábrico, bosques relictos de Cantabria donde se observan especies asociadas comúnmente al clima mediterráneo como la encina, el laurel, el madroño (Arbutus unedo), el aladierno (Rhamnus alaternus), el labiérnago (Phillyrea sp) … Salimos del denso encinar, a un sendero en el que se observan además de las especies anteriormente citadas, brezos especies de la familia de las ericáceas y tojos (Ulex europaeus). En la cima, junto a la torreta de alta tensión se observa un bello paisaje donde se ve la Sierra de Breñas, el Santuario de la Bien Aparecida, la ermita de las Nieves, y el mar a la altura de Colindres y Treto. La vegetación no varía durante el descenso hasta las proximidades del valle, donde encontramos fresnos, saúcos, acacias (Robinia pseudoacacia), robles (Quercus robur), avellanos (Corylus avellana) y una zona de repoblación de eucaliptos (Eucaliptus globulus) que recientemente han sufrido un incendio.

Ya en el valle, esta última vegetación nombrada es la que prevalece junto con castaños (Castanea sativa) y nogales (Juglans regia) salpicados en el borde del camino, y donde los prados de siega y las huertas nos rodean. A la llegada a la Cueva del Valle, se observan especies que poblaron esta zona desde el Paleolítico hasta nuestro días, algunas de las especies son el roble, el avellano, plátano (Platanus hispanica)… formando un amplio catálogo de flora en el parque que rodeo la cueva. La Cueva del Valle, además, es el punto desde donde brota el río Silencio, cerca a esta fuente  encontramos otras surgencias, estas formaciones  son características de la carstificación del terreno, en el que el agua erosiona la roca caliza formando galerías y salas dentro de la montaña rocosa, y que al encontrar un punto de salida el agua fluye formando estas emanaciones. El último tramo de la ruta, se observan restos de la antigua explotación minera de la Mina Constante donde pueden verse un antiguo lavadero de mineral y diversos hornos, rodeados de una vegetación donde la especie predominante es el roble y cercados por los prados y huertos, donde en ocasiones se encuentra algún árbol frutal, como cerezos (Prunus cerasus) y manzanos (Malus domestica). Otras especies herbáceas que pueden verse a lo largo del recorrido son Ranunculus sp, Viola sp, Capsella bursa-pastoris, Bellis sp, Taxaracum sp, Diplotaxis erucoides, Urtica sp, Aquilegia vulgaris, entre otras.

Respecto a la fauna vinculada a el entorno de nuestra ruta, se pueden observar mamíferos como erizos (Erinaceus europaeus), tejones (Meles meles), zorros (Vulpes vulpes), ratoncillos (Apodemus sylvaticus), comadrejas (Mustela nivalis), etc y otros más grandes como el  jabalí (Sus scrofa), además de diversos reptiles como el lución (Anguis fragilis), la lagartija roquera (Podarcis muralis) o el lagarto verde (Lacerta sp) , anfibios como el sapo partero (Alytes obstetricans), salamandra (Salamandra salamandra), etc. Entre las aves se observan especies como el mirlo acuático (Cinclus cinclus), el petirrojo (Erithacus rubecula), la lavandera (Motacilla sp), buitres (Gyps fulvus), etc.